
El dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas denuncia que Morena acabó con la independencia judicial, mientras el PRI respalda la crítica frontal de Carolina Viggiano contra la hipocresía del régimen.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) subió de tono en la crítica contra el gobierno de Morena, al acusarlo de haber destruido los pilares de la justicia en México. En palabras de su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, el oficialismo ha desmantelado el sistema judicial para imponer jueces a modo y tribunales serviles al poder, en lugar de garantizar independencia y verdad. “Morena no reformó, Morena destruyó la justicia y lo hicieron con total desprecio por la ley y por nuestra gente”, expresó, dejando en claro que la llamada Cuarta Transformación no busca fortalecer la legalidad, sino someterla a sus intereses políticos.
Moreno Cárdenas afirmó que el proyecto del oficialismo no tiene nada que ver con el Estado de derecho, sino con la concentración de poder. En su opinión, lo que hoy se vive es la instalación de un régimen que desprecia las instituciones democráticas y prefiere rodearse de lealtades ciegas antes que de contrapesos reales. “Quieren jueces sumisos y no justos, quieren tribunales serviles al poder y no a la verdad”, denunció, al señalar que Morena ha convertido la justicia en un instrumento político para perseguir adversarios y proteger aliados. El PRI, en contraste, aseguró que seguirá levantando la voz en defensa de la independencia judicial y de la ciudadanía que merece vivir en un país con leyes que se respeten y se apliquen sin favoritismos.
En esta misma línea crítica, el PRI Nacional cerró filas con su secretaria general, Carolina Viggiano, quien a través de su columna en El Heraldo de México denunció la hipocresía y la doble moral que caracterizan al régimen. Bajo el título “El rostro del régimen”, Viggiano tomó como ejemplo al senador Gerardo Fernández Noroña, a quien describió como la personificación de la farsa gubernamental: intolerancia disfrazada de debate, estridencia en lugar de argumentos, y un estilo político que degrada las instituciones en vez de fortalecerlas. “Se dice que el poder no cambia a las personas, solo revela quiénes realmente son”, escribió, al subrayar que el actual gobierno ha mostrado su verdadero rostro: autoritario, faccioso y distante de la gente.
La columna de Viggiano fue respaldada por la dirigencia nacional del PRI como un reflejo del sentir de millones de ciudadanos que han perdido confianza en un régimen que se vendió como transformador, pero que terminó traicionando sus propias banderas. El señalamiento de que la llamada “austeridad republicana” es una farsa que recorta salud, educación e instituciones democráticas mientras los gobernantes disfrutan de privilegios, encontró eco en la militancia priista y en sectores sociales que exigen congruencia. Para el PRI, lo más grave no es solo la contradicción, sino la normalización de la impunidad y la defensa abierta de personajes cuestionados, lo que revela una degradación política sin precedentes.
Tanto Moreno como Viggiano coincidieron en que México necesita altura de miras y una verdadera visión de Estado, no un poder atrapado por el ego y la simulación. El PRI Nacional, subrayaron, no permitirá que el oficialismo siga desmantelando el país bajo discursos que enmascaran privilegios y contradicciones. “Nuestro país merece justicia independiente, instituciones fuertes y un gobierno que piense en el futuro, no en la venganza”, señalaron en unidad. Con este posicionamiento, el partido busca enviar un mensaje claro: la lucha no es por intereses partidistas, sino por rescatar la democracia, la legalidad y la dignidad de la República.