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En un encuentro con el Secretario General de la OEA, Albert Ramdin, el líder del PRI y presidente de la COPPPAL, Alejandro Moreno, advirtió sobre el deterioro de la democracia en México y pidió un nuevo rumbo para el país.
En una reunión de alto nivel que puso los reflectores internacionales sobre México, Alejandro “Alito” Moreno, presidente nacional del PRI, presidente de la COPPPAL y senador de la República, se sentó cara a cara con el Secretario General de la OEA, Albert Ramdin, para abordar la grave situación política que enfrenta el país. El encuentro, celebrado en el marco de la cooperación latinoamericana, tuvo como ejes la educación, la migración y la defensa de las democracias, pero derivó en un contundente llamado de alerta sobre el rumbo que ha tomado el gobierno mexicano.
Moreno, en un tono firme y sin rodeos, señaló que la administración actual está minando la certeza jurídica, debilitando la libertad de expresión y tolerando la expansión del crimen organizado hasta las más altas esferas de gobierno. Una advertencia que no sólo resuena en el plano nacional, sino que pone a México bajo la lupa internacional en materia de gobernabilidad y derechos humanos.
Durante la conversación, el dirigente priista subrayó que América Latina y el Caribe comparten retos comunes, pero que la experiencia mexicana muestra los peligros de un gobierno que, en lugar de garantizar seguridad y legalidad, permite que la violencia y la impunidad se normalicen. “México merece un rumbo distinto”, declaró, asegurando que la democracia y la libertad no pueden seguir en riesgo por intereses políticos y complicidades oscuras.
La visita de Moreno a la OEA no fue un mero acto protocolario; fue un mensaje político de alto calibre. Al buscar eco en organismos internacionales, el priista pretende que la comunidad global observe de cerca las decisiones del actual gobierno mexicano y su impacto en los derechos fundamentales de la ciudadanía. La intención es clara: generar presión para frenar el deterioro institucional que, según él, amenaza con llevar al país a un punto de no retorno.
En un momento en el que la violencia y la inseguridad se han convertido en parte de la cotidianidad, la intervención de Alito Moreno en la OEA reabre el debate sobre el papel que México debe jugar en el escenario regional. Con un llamado a la unidad y la defensa de los valores democráticos, el líder del PRI dejó claro que su lucha no es sólo partidista, sino una causa que busca rescatar a un país que, asegura, está siendo secuestrado por la corrupción y el crimen.