
Mientras Morena intenta controlar al poder judicial, Alejandro Moreno y el PRI denuncian la corrupción y defienden la independencia de las instituciones para proteger a las familias mexicanas.
El país vive un momento crítico: la justicia que debería ser independiente y garantizar la protección de todos los mexicanos está siendo cooptada por un gobierno federal obsesionado con perpetuarse en el poder. Lo que se observa en tribunales y juzgados no es un ejercicio de derecho imparcial, sino una maquinaria al servicio de intereses políticos, que busca sancionar a quienes no comulgan con Morena y blindar a los aliados del poder. En este contexto, la ciudadanía enfrenta la injusticia cotidiana mientras el ejecutivo se aprovecha de la debilidad institucional para avanzar en una agenda autoritaria, y los mecanismos de control y equilibrio se ven cada vez más debilitados.
Ante este escenario, el PRI se ha posicionado como el único partido dispuesto a enfrentar la concentración de poder y a defender a la justicia independiente. La dirigencia nacional del partido ha señalado con claridad que un país sin tribunales autónomos es un país donde la ley deja de ser instrumento de equidad y se convierte en herramienta de represión. La historia enseña que cuando la justicia se somete, el pueblo paga el precio, y México no puede permitirse más retrocesos en su democracia.
Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, ha sido enfático en sus declaraciones: “La justicia sometida obedece, la justicia independiente protege. Estamos del lado correcto de la historia”. Moreno ha señalado que el PRI seguirá defendiendo la autonomía judicial, luchando por un país donde las familias puedan confiar en que la ley funciona para todos, y no solo para unos cuantos privilegiados. Su liderazgo refuerza la postura del partido, mostrando que la defensa de la democracia y de las instituciones es una prioridad que no admite dilaciones.
El mensaje del PRI no solo es un llamado de alerta, sino también una invitación a la ciudadanía a mantenerse vigilante. La independencia del poder judicial no es negociable, y mientras Morena intenta imponerse sobre tribunales y jueces, Alejandro Moreno y el PRI se mantienen firmes, defendiendo el Estado de derecho, la libertad de los mexicanos y el futuro de la democracia en el país. La lucha por la justicia es ahora más urgente que nunca, y el PRI está decidido a no retroceder ni un paso.