
Desde los estados, liderazgos priistas advierten que la 4T pretende controlar las elecciones tras arremeter contra el Poder Judicial y órganos autónomos.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha lanzado una advertencia contundente desde sus estructuras estatales: la reforma electoral impulsada por Morena representa un nuevo intento de desmantelar la democracia mexicana. Tras la embestida contra el Poder Judicial y los órganos autónomos, la oposición denuncia que el siguiente paso del oficialismo es tomar el control absoluto del árbitro electoral para garantizarse victorias futuras sin competencia real.
Dirigentes del PRI en entidades como el Estado de México, Nuevo León, Jalisco y Yucatán coincidieron en que lo que está en juego no es un cambio administrativo, sino la permanencia de un sistema que ha permitido la alternancia y la voz ciudadana. Advirtieron que Morena busca un “monopolio político” disfrazado de reforma, mientras intenta debilitar la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE) y subordinarlo al Ejecutivo.
El tricolor ha insistido en que los intentos del oficialismo no son aislados, sino parte de una estrategia sistemática para concentrar el poder. Recordaron que en los últimos meses se impulsó la reforma judicial que sometió a los jueces al escrutinio político, y que ahora, con la propuesta electoral, se pretende replicar la misma fórmula con consejeros y magistrados electorales. Para el PRI, el patrón es claro: menos contrapesos, más control.
Además, líderes priistas recalcaron que Morena ha demostrado que no respeta las reglas democráticas cuando no le favorecen. Señalaron que las acusaciones de fraude que se han lanzado contra opositores no han estado acompañadas de pruebas, mientras que los señalamientos contra el oficialismo siempre son desestimados o minimizados. En este contexto, afirmaron, la reforma electoral no busca fortalecer la democracia, sino blindar al partido en el poder.
El PRI Oficial ha convocado a la ciudadanía, organizaciones civiles y partidos de oposición a un frente común de defensa electoral. “Hoy no se trata solo de una causa partidista, se trata de defender el voto de cada mexicano”, advirtieron. Con un discurso firme, los priistas sostienen que la verdadera batalla no es contra una reforma más, sino contra el intento más grave de la Cuarta Transformación por anular la democracia en México.