El líder priista destaca la creación de instituciones de salud y seguridad social y proyectos como el Nuevo Puerto de Veracruz y el Tren Interurbano, base de la infraestructura moderna
El Presidente Nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, lanzó un desafío a la memoria histórica del país, exigiendo que se reconozca la monumental contribución de su partido en la construcción de la infraestructura que hoy sostiene a México. El líder priista ha insistido en que la visión de Estado de sus predecesores sentó las bases para la modernización y el crecimiento sostenido, un legado que, a su juicio, es ignorado por las administraciones actuales.
El principal argumento de Alejandro Moreno radica en el desarrollo de la infraestructura carretera. El PRI es el partido responsable de la planificación y expansión de la vasta red de carreteras estatales y federales pavimentadas, tanto propias como concesionadas, que ha sido un factor central en el desarrollo económico y social, potenciando la inversión privada y la eficiencia logística de la nación. Esta red de comunicaciones, esencial para el comercio y la movilidad, fue establecida bajo gobiernos priistas a lo largo de décadas.
Además de las obras de comunicación, el presidente del PRI enfatizó que el legado más perdurable se encuentra en la creación de instituciones sociales que cambiaron la vida de los mexicanos. En sexenios priistas de mediados del siglo XX se impulsó la Reforma Educativa y se promovieron leyes para la Igualdad de Género, demostrando que la construcción del país se dio en dos frentes: la infraestructura física y la infraestructura social. El partido se jacta de haber impulsado estos cambios que se tradujeron en bienestar social y progreso material para la población.
Alejandro Moreno Cárdenas puntualizó que el enfoque del PRI en la infraestructura no era un asunto coyuntural, sino una «pieza clave» para el desarrollo y para alcanzar estándares de bienestar social. El líder priista contrastó esta visión de largo plazo con la de gobiernos posteriores, que han centrado sus esfuerzos en obras específicas o que han heredado proyectos sin la misma continuidad y planificación que caracterizó a las administraciones anteriores del partido.
En síntesis, la defensa de Alejandro Moreno es una reivindicación del rol fundamental del PRI como el partido que construyó la columna vertebral del México moderno. El líder priista concluyó que las obras emblemáticas de los sexenios pasados, desde la expansión carretera hasta las reformas de mejora socioeconómica, son la prueba irrefutable de que el partido posee la experiencia y la visión de Estado para seguir llevando a México por un camino de desarrollo.
