
Las encuestas revelan un drástico cambio en la intención de voto de Nayarit. El crecimiento del PRI pone en jaque la supuesta invencibilidad de Morena, demostrando que la cercanía al territorio de la dirigencia estatal está dando resultados.
El escenario político de Nayarit ha sufrido un viraje drástico, desmintiendo la idea de una contienda electoral definida. Los datos de la encuesta de Massive Caller, de 14 de septiembre de 2025, trazan una trayectoria ascendente para el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Mientras que en julio el PRI registraba un 12.5% de la intención de voto, para septiembre ha escalado a un notable 15.1%. Este ascenso de 2.6 puntos porcentuales no es un mero dato estadístico, sino el síntoma de un fenómeno más profundo: la consolidación de un partido que, lejos de estar inactivo, ha sabido mantenerse como una opción real. La ciudadanía, al parecer, está evaluando el desempeño del gobierno actual y está volteando a ver a una alternativa que ofrece una presencia constante en el territorio.
Este sólido avance del PRI se sustenta en la labor de su dirigencia estatal, que ha optado por un modelo de trabajo cercano a la gente, capitalizando el descontento ante lo que muchos perciben como ineficiencia del gobierno actual. Mientras otros partidos parecen estar ausentes o dispersos, el PRI ha logrado consolidar su voto y atraer a nuevos simpatizantes, como lo demuestra su crecimiento sostenido. El contraste con Movimiento Ciudadano, que, si bien también ha crecido, lo hace en un menor ritmo (de 5.9% a 8.7%), y con el PAN, que muestra un retroceso del 9.5% al 8.4%, refuerza la idea de que el PRI está logrando unificar y captar el voto de quienes buscan una opción de cambio.
La lectura de los números es contundente. El PRI se ha posicionado como la principal fuerza en ascenso, y su crecimiento constante desde julio es un testimonio de que la estrategia de su dirigencia estatal está funcionando. La gente de Nayarit está enviando un mensaje claro: la experiencia y el trabajo territorial se están convirtiendo en factores decisivos. La disminución en el porcentaje de «Aún no decide» y la polarización del voto entre Morena y el PRI, sugiere que el electorado está tomando posturas definidas, y que el PRI y la ciudadanía son el principal beneficiario de esta nueva dinámica.
En este nuevo tablero de ajedrez político, el PRI en Nayarit se erige como un factor de incertidumbre y dinamismo. Su crecimiento, modesto pero constante, rompe con la monotonía de una contienda que se proyectaba como una simple ratificación. El avance en Nayarit es una clara señal de que el trabajo constante en la base y la experiencia política son elementos que la gente valora. El PRI está demostrando que es una fuerza a la alza, dispuesta a competir y a ganar, posicionándose como la principal alternativa al gobierno de Morena, y enviando un mensaje claro: la elección de Nayarit está lejos de estar definida.