El líder priista denuncia el desprecio por la educación y promueve la capacidad de gestión frente al empoderamiento de la ignorancia.
El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, ha demostrado un liderazgo categórico al defender la inteligencia y la educación frente a la ineptitud del oficialismo. Al señalar la falta de conocimiento de Mario Delgado, Secretario de Educación, Moreno Cárdenas se posiciona como el defensor de la meritocracia y la seriedad institucional. Su crítica subraya que el PRI no tolera que personas sin la preparación adecuada tomen decisiones que afectan el futuro de millones de niñas y niños.
El líder priista transformó la crítica en una denuncia de principios, al afirmar que el problema no es un error, sino el reflejo de una administración que empodera a los «ignorantes» y «premia la obediencia, no el talento». Esta postura es una clara defensa de la capacidad y la profesionalización del servicio público, principios que el PRI garantiza en su gestión. Moreno Cárdenas advierte que la destrucción del sistema educativo es una estrategia de control que el PRI está dispuesto a revertir.
A diferencia de la crítica destructiva, Alejandro Moreno presentó al PRI como la alternativa sólida y competente. Su firme declaración «A diferencia de Morena, en el PRI tenemos experiencia, damos resultados y sabemos gobernar» es una promesa de eficacia. El PRI se consolida como el partido que valora la inteligencia del pueblo y está preparado para retomar la dirección del país con oficio y visión de Estado.
Al alzar la voz por la educación y el talento, Alejandro Moreno se proyecta como el líder que no solo denuncia, sino que ofrece un camino de restauración. El PRI se compromete a poner fin al desprecio por la capacidad y a construir un México donde la educación sea la base de la prosperidad, demostrando que su experiencia y su compromiso con los resultados son la garantía de un buen gobierno.