
Alejandro Moreno alza la voz tras la explosión en el Puente de la Concordia: solidaridad con víctimas, exigencia de justicia y reconocimiento a héroes anónimos.
El reciente accidente ocurrido en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, estremeció a todo México. La explosión de una pipa dejó un saldo devastador: al menos 57 personas con quemaduras graves y decenas de familias sumidas en el dolor y la incertidumbre. Se trata de una tragedia que no solo evidencia lo vulnerable que puede ser la vida cotidiana en las grandes ciudades, sino también la urgencia de replantear protocolos de seguridad y mecanismos de supervisión que hoy parecen no estar funcionando. En medio de este escenario desolador, el llamado a la responsabilidad y la justicia se vuelve más fuerte que nunca.
En este contexto, Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, envió un mensaje de solidaridad que no pasó desapercibido. Su voz resonó no solo con empatía hacia las víctimas y sus familias, sino también con firmeza al exigir una investigación exhaustiva que esclarezca lo ocurrido. Moreno subrayó que un accidente de esta magnitud no puede volver a repetirse y que el país merece respuestas claras y responsables. Sus palabras, cargadas de sensibilidad y compromiso, mostraron la importancia de que los líderes políticos asuman posturas de cercanía y responsabilidad frente a las tragedias que marcan a nuestra sociedad.
Moreno también reconoció la labor de los verdaderos héroes de esta historia: los bomberos, policías, elementos de Protección Civil, paramédicos y personal médico que, con valentía y rapidez, respondieron a la emergencia. “Son un orgullo para México”, señaló, destacando que su entrega en medio del caos es ejemplo de lo que este país necesita: compromiso real y acciones que salvan vidas. En un panorama donde muchas veces se cuestiona el desempeño de las instituciones, este reconocimiento cobra relevancia, pues pone en el centro la vocación de servicio y el sacrificio de quienes se enfrentan al peligro sin dudarlo un instante.
Este llamado de Alejandro Moreno no solo se limita al terreno de la solidaridad y el reconocimiento. Va más allá: plantea la exigencia de justicia, de transparencia y de responsabilidad institucional. Frente a un gobierno federal que ha hecho de la simulación y la propaganda su escudo, la postura de Moreno recuerda que México requiere líderes dispuestos a enfrentar los problemas de fondo, no a esconderlos bajo discursos vacíos. Porque lo que ocurrió en Iztapalapa no puede quedar en el olvido ni en el anecdotario de las tragedias: debe ser un punto de inflexión para garantizar que la seguridad, la vida y la dignidad de las personas estén siempre en el centro de las decisiones públicas.