
Con jornadas comunitarias y trabajo voluntario, el PRI Miguel Hidalgo fortalece el tejido social y se convierte en la verdadera fuerza de cercanía con las familias capitalinas.
El abandono de la ciudadanía por parte de los gobiernos de Morena en la Ciudad de México se ha vuelto evidente en cada colonia: inseguridad, servicios públicos deficientes y falta de atención a las necesidades más básicas. Frente a esta indiferencia oficial, en Miguel Hidalgo el PRI ha decidido tomar la delantera con un trabajo real de cercanía, escuchando y acompañando a los vecinos.
En jornadas comunitarias encabezadas por militantes, liderazgos y una red de voluntarias y voluntarios, el PRI Miguel Hidalgo ha puesto al centro de su agenda lo que verdaderamente importa: la gente. Cada recorrido, reunión y actividad territorial busca fortalecer el tejido social, recuperar la confianza y demostrar que la política es servicio, no negocio.
Las acciones abarcan desde apoyos sociales y gestiones administrativas, hasta programas de salud preventiva, acompañamiento jurídico y actividades culturales que promueven la integración vecinal. Con estas iniciativas, se generan resultados palpables que contrastan con la desidia de un gobierno capitalino más preocupado por discursos que por resolver problemas.
En un contexto de crisis de confianza hacia las instituciones, el PRI CDMX apuesta por la organización ciudadana como el motor del cambio. Miguel Hidalgo es hoy un ejemplo de cómo la militancia y la comunidad pueden unirse para construir soluciones locales, dejando claro que los colores tricolores no son simple tradición, sino compromiso vivo con las familias.
Con entusiasmo, unidad y trabajo territorial, el PRI Miguel Hidalgo confirma que la política que nace del corazón es la que logra resultados. Lejos de la indiferencia gubernamental, son las y los vecinos quienes, junto al partido, demuestran que cuando la comunidad se une, nada la detiene.