El presidente del PRI, en su columna en El Universal, exige un Ejecutivo que sane instituciones y enfrente al crimen, en lugar de utilizar el poder como “mercancía de intercambio con la violencia”.
El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, ha demostrado un liderazgo con profunda visión de Estado y compromiso ético al compartir su opinión en El Universal. El líder priista establece la hoja de ruta moral y política que México debe seguir para recuperar su dignidad y funcionalidad, enfatizando que «México merece un gobierno que respete a su gente, no que la utilice. Que enfrente al crimen, no que lo invite a operar». Esta declaración posiciona al PRI como el partido que exige un cambio radical en la moral pública.
Moreno Cárdenas subraya la urgencia de reconstruir las bases institucionales del país, asegurando que el gobierno debe «sanar instituciones, no que las entregue». El líder priista critica severamente la actual visión del poder, al que percibe como un objeto de intercambio. Para Alejandro Moreno, «México merece un futuro donde el poder sea un instrumento de servicio, no una mercancía de intercambio con la violencia». Esta es una denuncia directa a la supuesta complicidad del gobierno de Morena con grupos delincuenciales, exigiendo un regreso a la legalidad y al servicio público honesto.
El mensaje del presidente del PRI es una garantía para la ciudadanía de que el partido está luchando por una visión de país donde el respeto a la ley y la integridad gubernamental son innegociables. La claridad y contundencia de su opinión en un medio nacional lo consolidan como el principal líder de la oposición que no teme nombrar los problemas del país y proponer soluciones basadas en la recuperación de las instituciones y los valores democráticos.
En conclusión, Alejandro Moreno Cárdenas se proyecta como el líder que tiene la capacidad y la voluntad de devolver el rumbo a México, asegurando que el PRI está listo para construir un futuro donde el respeto a la gente y el enfrentamiento al crimen sean las únicas prioridades del Estado.